



Los hechos se produjeron en una escuela para adultos de la ciudad de Örebro, en el centro de Suecia, lo que dejó un saldo trágico de al menos diez muertos y cinco heridos graves, según informó la Policía local.
Según informaron las autoridades, se instó a la población a mantenerse alejada de la zona mientras se llevan a cabo las investigaciones. "En estos momentos estamos identificando a los muertos", declaró Roberto Eid Forest, jefe de la Policía de Örebro.
Los estudiantes de la escuela afectada y de los planteles cercanos fueron confinados. Petter Kraftling, un maestro de una escuela cercana, relató: "Escuché disparos, así que me atrincheré y estoy esperando noticias. Hemos activado una alarma en la aplicación de seguridad y me estoy comunicando con mis colegas" .
La Policía ha indicado que el ataque está siendo investigado como un “intento de asesinato, incendio premeditado y delito agravado de armas” y advirtió que “el peligro no ha terminado”.







