



Luego de las novedades conocidas días atrás en torno al fallecimiento de Lautaro Ramasco, ahora se conoció que se dictó prisión preventiva para un "trapito" que fue detenido e imputado por la muerte del joven salteño el pasado 9 de diciembre.
La jueza de Garantías Claudia Puertas dictó prisión preventiva a un joven de 25 años acusado provisoriamente como autor del delito de homicidio simple.
En la audiencia flexible y multipropósito fijada las partes fundamentaron sus respectivos pedidos. Por su parte, el fiscal interviniente, Leandro Flores, solicitó se imponga la prisión preventiva al imputado, mientras que la defensa ejercida por Jorge Bonetto pidió la libertad con medidas sustitutivas de su defendido, y la calificación legal por la que se encuentra detenido, entendiendo que en el supuesto accionar del joven no se encontraría el dolo necesario para un homicidio simple.
El hecho y las pruebas que lo incriminarían
El hecho tuvo lugar el 9 de diciembre pasado cuando el auto que conducía Ramasco chocó contra un guarda rail en la avenida Tavella, frente al estadio Martearena. Ese día el hombre de 32 años fue trasladado al Hospital San Bernardo en código rojo y falleció luego de ser intervenido quirúrgicamente el 14 de diciembre por un traumatismo encéfalo craneano.
De la investigación surgió que al momento del accidente las cámaras de seguridad captaron a dos limpiavidrios que estaban peleando en el carril contrario, y cómo uno de ellos hizo ademán de levantar algo de la vereda y arrojárselo al otro, que se agachó. Testigos refirieron que la ventanilla del lado del conductor presentaba un agujero en el vidrio.
Las cámaras muestran una conducción normal de Ramasco hasta que una piedra impactó.
El recorrido del auto de Ramasco fue seguido por diferentes cámaras de seguridad que mostraban una conducción normal y un pleno control de sus movimientos hasta el momento en que una piedra (que luego encontraron en el interior del vehículo) impactó del lado izquierdo primero en la ventanilla y luego en la cabeza del hombre, y que sería el elemento responsable de la pérdida de dominio y posterior colisión.
Testigos pudieron identificar a los dos “trapitos”, uno de los cuales fue señalado por las pruebas como el que habría arrojado la piedra.







