Crimen en Vaqueros: Semana clave en torno al asesinato de Jimena Salas

Aunque no se conocieron oficialmente más aspectos de la investigación, esto no indica que la causa esté parada. Por el contrario, muchas pesquisas se han llevado y se llevan adelante, algunas de las cuales podrían conocerse en esta semana.

Justicia 06/02/2017
Mientras el silencio de radio dispuesto en torno a la tarea de los investigadores crispa los nervios de algunos medios, sedientos de información, las pesquisas tras el asesinato de Jimena Salas, ocurrido el viernes 27 de enero pasado, no han cesado ni un día.

Con idéntico ritmo, los peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales han llevado adelante varios estudios científicos forenses en busca de establecer patrones y perfiles que permitan a los investigadores de la División Homicidio sumar piezas claves para desentrañar lo sucedido hace once días en el barrio San Nicolás, en la localidad de Vaqueros.

Para esta semana, según pudo conocer InformateSalta, se espera un momento importante en la investigación, no sólo porque el CIF podría arrimar algunos resultados sino también porque algunas pistas terminarían de ser verificadas, y con ello se fortalecería o debilitaría determinadas líneas de investigación existentes en torno al caso.

Aunque algunos medios revelaron que serían cuatro, lo cierto es que podrían ser menos o más. Entre ellas, se puede asegurar que una de esas hipótesis gira en torno a Nicolás Cajal, marido de Jimena, quien curiosamente ha desaparecido de escena, incluso no se lo vio en la marcha que el Comité de Familiares contra la Impunidad llevó adelante el viernes pasado en homenaje a su esposa.

Trascendió que una de las referentes principales de dicho grupo realizó denodados esfuerzos por lograr la presencia de algún representante de la familia, sin embargo, no tuvo éxito. No obstante, la ausencia fue justificada en el profundo dolor por la muerte de Jimena.


Al respecto, y en busca de sacar provecho de ese dolor, algunos medios se animaron a revelar detalles inciertos de la causa, como el hecho de que el cuerpo de Jimena seguía aún en la morgue judicial, cuando fue entregado a las horas del crimen. Incluso, los amigos de la víctima señalaron que no hubo velorio debido a que éste era un deseo de la extinta.

Una clave: el celular
Por otra parte, trascendieron detalles respecto al hallazgo del teléfono de la víctima en la ruta, a unos pocos metros de la casa de Jimena. El dato, cortesía de un joven abogado que intenta tomar la delantera como querellante a los medios, no deja de llamar la atención, pues se espera de que dicho aparato revele otro cúmulo de pistas.

Obviamente, entre los resultados que se esperan del CIF, los datos develados por el teléfono de la víctima y el aporte de numerosos testigos que ya fueron citados a prestar declaraciones, todo indica que en esta semana las fuertes expectativas que existente en torno al salvaje homicidio de Jimena empiecen a ser dilucidados.

Por el momento, nada está descartado. Tanto, la coartada de Cajal como la de otros sospechosos, aún desconocidos para la opinión pública, hecho que ha dado lugar a informaciones sesgadas o falsas, como por ejemplo la cantidad de heridas que presentaba la víctima.

El número de cuchilladas, como así también que la víctima tenía en sus manos pelos, fue filtrado por algunos policías que fueron convocados para realizar un rastrillaje en los alrededores de la casa de Jimena, quienes pudieron escuchar algunos datos sueltos respecto al hecho. Los informantes, sin embargo, no revelaron que fue por la insistencia de un cadete que se logró encontrar el teléfono, pues otros policías descartaron que el aparato hallado sea de la víctima.

La cantidad y características de las heridas sólo ayudan para reconstruir el ataque asesino, mientras que los pelos deben ser analizados y determinar si los mismos poseen suficiente de entidad como para develar rastros importantes para la causa.

El hermetismo en torno a este caso se asemeja al que se ejerció durante los primeros días de la investigación por el crimen del enfermero, Leopoldo Federico Núñez, cuyo esclarecimiento se logró dentro del primer de ocurrido el homicidio.

La referencia al crimen de Núñez, sumada al hecho de que dicho caso fue dirigido por el mismo fiscal que tiene ahora la investigación por el crimen de Jimena, es un indicativo de que la reserva, en algunos casos, suele dar resultados.
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