Un joven de 15 años fue golpeado y lucha por su vida

Un menor de 15 años sufrió un violento ataque el domingo pasado y hoy lucha por seguir viviendo. En esa misma jornada le tuvieron que realizar una operación urgente en la cabeza. Hasta ayer se mantenía en coma farmacológico, según su familia puede quedar con secuelas irreversibles. Mientras tanto, los agresores siguen en libertad.

El hecho ocurrió entre las 17 y 18 del domingo, cuando Oscar Exequiel Durán (15) disfrutaba de la final del Mundial de fútbol junto a Marcelo (24), su hermano mayor. Estaban en Los Lapachos, en la casa de este último y, al finalizar el primer tiempo, Oscar salió en una moto 110cc para cargar nafta y comprar una gaseosa.

Cerca de la rotonda del barrio Parque La Vega chocó “sin querer” el auto de Claudia Aleman. La mujer salió del vehículo y empezó a gritar en contra del joven. Según testigos, Oscar le habría pedido las disculpas correspondientes y luego intentó arrancar la moto, pero la mujer le arrebató el casco de las manos. El joven, pese a perder el casco, intentó seguir, cuando una botella impactó en su cabeza, la misma fue lanzada por dos sujetos que, en su afán de detenerlo le causaron graves heridas.

“Nos dijeron que tienen entre 22 y 25 años los tipos que tiraron la botella. Después de eso salieron corriendo por Parque La Vega. Hay un señor -Fernando Sánchez- que vio todo”, sostuvo Adriana, tía de Oscar. Después del tremendo golpe, el menor quedó tendido en la avenida Ex Combatientes de Malvinas. “En ese momento mi hijo pudo decir quién era y pedir por su hermano, después lo llevaron de urgencia al San Bernardo, donde sigue internado en terapia intensiva”, explicó la madre.

Cerca de las 19.30 ingresó al quirófano y salió a las 23.30 aproximadamente. “Fue intervenido por el doctor Velázquez, la operación duró mucho tiempo pero nos dijeron que había salido bien y que mi hijito quedaba en un estado muy delicado”, contó con todo el dolor en su alma Sandra. El joven puede perder el ojo izquierdo y quedar con graves secuelas. “Les pido a las personas que tiraron esa botella que recapaciten y tomen conciencia del daño que provocaron”, sostuvo entre lágrimas la madre de la víctima.
“La dueña del auto nunca intervino para que nada de esto pasara, pienso que los tres son culpables, pero ella sobre todo por cómo reaccionó. Ahora me queda decirle que un auto se puede arreglar pero la vida de mi hijo no. Se equivocó y en algún momento tendrá que dar la cara”, apuntó Sandra, una madre desconsolada que no deja de sufrir por lo que le pasó a uno de sus cinco hijos.

Oscar llevaba una vida sin inconvenientes, sus excelentes notas en el colegio lo conducían a recibir el año que viene una beca para la Universidad Católica. Sin embargo, la desgracia se cruzó en su camino.

Fuente: Diario El Tribuno