A horas de la muerte de Ramiro Esteban Sagasta, de 44 años, en la Unidad de Graves Atentados contra las Personas ya no están muy seguros de que el móvil del ataque haya sido un asalto. Esperan que la autopsia revele otras pistas más concluyentes.
Las sospechas de que Sagasta haya sido víctima de un robo perdieron peso en las últimas horas entre los investigadores del caso, quienes se inclinan por otro motivo del fatal desenlace, aunque esperan el resultado de las pericias forenses para recién darle sustento a una nueva hipótesis del hecho.
Como se sabe, Sagasta, vecino de un barrio aledaño a la Ciudad Judicial, salió en dirección a la ruta 28, Camino a Lesser, para andar en bicicleta, pero a los pocos kilómetros de circular por dicha vía terminó envuelto en llamas, lo que le causó la muerte por un paro cardíaco producido por las graves quemaduras.
El Servicio de Emergencia 911, según lo informado oficialmente, recibió un llamado de auxilio al mediodía, por lo que se destinó una ambulancia y personal policial al lugar. La ambulancia llegó y trasladó al ciclista hasta el hospital, donde posteriormente falleció.
En el lugar, la policía y el Cuerpo de Investigaciones Fiscales comenzó con la tarea de reconstruir lo sucedido con Sagasta. Mientras los peritos peinaban el lugar en busca de preservar pistas, la policía buscó saber qué sucedió de boca de testigos.
En este punto, ayer a la tarde se corrió la versión de que Sagasta había sido víctima de un intento de asalto, y que los autores serían una pareja que, a bordo de una motocicleta, le roció combustible y luego le prendió fuego.
Esta teoría, sin embargo, comenzó a perder peso con el correr de las horas y la aparición de otros indicios. En principio, se determinó que al ciclista no le robaron nada, ya que su teléfono celular lo había dejado en casa y no llevaba otros bienes de valor para ser blanco de un robo.
Si lo que buscaban era la bicicleta, la misma quedó en la escena del crimen. Y, a decir verdad, la mecánica del ataque no encaja con la modalidad de robo, por lo que los investigadores sostuvieron que la versión del robo fue algo que se potenció en los medios, pero que, hasta el momento, no habría elementos que lleven por ese camino.
Probablemente, la idea surgió de lo declarado por una mujer que se detuvo a ayudar al ciclista, quien balbuceo de que lo rociaron con combustible, palabras que la testigo no sabe si fue así o no, pues el estado era de desesperación.
Indicios
Por otra parte, el hallazgo de las pertenencias y un bidón de combustible a pocos metros despertaron más sospechas. El escenario, para algunos de los investigadores, podría tener más relación con una decisión personal de la víctima, sin embargo, desde el GAP decidieron esperar al resultado de la autopsia a fin de tener más elementos respecto a las lesiones y, en especial, la mecánica de las mismas.
Asimismo, se espera conocer otros estudios forenses a fin de establecer si en el bidón hay huellas que rescatar y determinar su procedencia, una pista que podría ser indicativa, como así también se ordenó revisar las cámaras de video de la zona a fin de poder establecer el derrotero de Sagasta.
Sobre estas tareas, al parecer, ya habría algunos resultados, lo que habría animado a la fiscal Verónica Simense de Bielke a brindar una conferencia de prensa al mediodía, donde espera echar luz sobre la muerte del ciclista, lo que generó gran conmoción por la modalidad del hecho.