“Este año la economía va a crecer más del 7%”, “este plan económico y lo que acordamos con el FMI le cierra a todo el mundo” y la “inflación es por los problemas internos y va a bajar”, resume lo expuesto por Martín Guzmán en la reunión de gabinete nacional.
Este escenario es el que explica que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, a modo de conclusión instara de manera categórica a todos los ministros a salir a defender el plan del Gobierno "y al que no le gusta que renuncie”.
Por su parte, el presidente Alberto Fernández se conoce que comenta que "esto es una maratón, hay que aguantar las críticas, hay que concentrarse en gestionar para que el crecimiento se transforme en redistribución y llegue a los bolsillos de la gente".
De todas maneras, en el entorno presidencial coinciden en señalar que “en algunos sectores de la sociedad no perciben que las cosas estén bien”. En este sentido, consideran que es necesario no “salir a pelearse sino continuar gestionando”. Justamente más de un ministro se queja de que las peleas internas les quitan protagonismo a “todo lo que estamos haciendo”.
“Nosotros estamos gestionando, estamos gobernando”, es la respuesta habitual cuando se les pregunta por las críticas que llegan desde las filas del kirchnerismo. Aunque las quejas respecto de la lentitud en la gestión suelen venir de diversos lugares como de gobernadores y empresarios.
La reunión de gabinete que ahora se llevará a cabo cada 15 días, en esta oportunidad, también fue una catarsis colectiva. Cabe recordar que el ministro bonaerense Andrés Larroque hace un par de días acusó: “Acá los que están construyendo la derrota son Guzmán, Kulfas y Moroni…”. La respuesta del gabinete nacional es justamente señalar que los “tres mejores ministros son Guzmán, Kulfas y Moroni” al tiempo que aclaran que “es un chiste interno”.
Por esta razón es que afirman: "No va a haber cambios de gabinete, este es el mejor gobierno en años”.
Diagnósticos
Las diferencias entre el gobierno de Alberto Fernández y el kirchnerismo pasan por una diferencia de diagnóstico, en particular, en lo referido a lo económico.
“No perciben el malestar de la gente”, afirman desde el Instituto Patria y desde la Rosada responden “estamos en la senda correcta, lo peor ya pasó”. Es más, se entusiasman porque la inflación de abril se ubicará casi un punto por debajo de marzo - 5,6%/5,7% - y “continuará bajando”.
En tanto, desde el kirchnerismo temen el impacto negativo que tendrá lo que denominan el “tarifazo” de Guzmán en referencia a la propuesta contraria a la del subsecretario Federico Basualdo.
Si bien reconocen la apertura de la mayoría de las paritarias para adecuar los salarios a la inflación, igualmente temen que los salarios pierdan ante la suba de los precios. Además, reclaman por los sectores no asalariados. En este punto coinciden con el gobierno “por eso implementamos el bono de $18.000” responden.
En este orden de las cosas desde la Casa Rosada la consigna es, evitar responder a las críticas y seguir “gobernando”. Es que en el entorno presidencial y alentado por los análisis de Guzmán y Kulfas la economía está creciendo a niveles que permitirá que el derrame (para que todos estén bien) va a llegar, aunque demande tiempo.
Justamente con esta visión de la realidad es que aún no se descartó que el primer mandatario viaje la semana que, a España y Alemania, destinos que se modificaron ya que, en un primer momento, la intención oficial era visitar Bélgica y Francia.
En el Gobierno saben que las críticas no cesarán. Al respecto, esperan las palabras de Cristina Fernández de Kirchner este viernes en ocasión del acto donde recibirá el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS), por "su trascendente aporte a la consolidación del sistema democrático argentino". La vicepresidenta disertará sobre “Estado, Poder y Sociedad: la insatisfacción democrática”. El tema de su exposición seguramente contendrá un mensaje para la administración de Alberto Fernández, especulan en la Rosada.
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