Condenan por abuso sexual y robo a un hombre que delinquía junto a su hija

La Sala Tercera del Tribunal de Juicio condenó a José Renato Luna, alias “Choruco” (36), a quince años de prisión efectiva por resultar autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado por el uso de armas reiterado (dos hechos) y robo calificado por el uso de armas, todo en concurso real. Los jueces ordenaron que el imputado permanezca alojado en la cárcel penitenciaria local.

Luna fue denunciado por una mujer que el 24 de febrero de 2011 se encontraba haciendo “dedo“, en la rotonda ubicada en el paraje Torzalito (General Güemes), con la intención de viajar a Buenos Aires, y en ese lugar fue atacada por el imputado y por la hija de éste.La denunciante contó que alrededor de las 20.30 de ese día, se encontraba en la estación de servicio de Torzalito, cuando se le acercaron Luna y su hija. Comenzaron a interrogarla y luego se marcharon. Cerca de la medianoche, la mujer se dirigió a la rotonda ubicada en la ruta 9, para hacer “dedo”. Estaba oscuro y de repente escuchó ruidos. Al girar la cabeza vio al imputado y a la joven, que velozmente le dieron alcance y la derribaron. Tomándola del cuello, el sujeto le advirtió: “Más vale que no te resistas porque te vamos a asaltar y algo más”. La arrastró hacia los matorrales ubicados a la vera de la ruta. Como ella forcejeaba, ambos cayeron al piso. El imputado se levantó con ayuda de su hija y ambos comenzaron a golpearla con los puños. Luna le ordenó a la chica que sacara “el puñal” y la joven obedeció. Le apoyó el arma en la zona de las costillas y la obligó a adentrarse con él en los cañaverales. “Te voy a degollar”, le decía a medida que avanzaban. Allí le exigió que le practicara sexo oral y luego abusó de ella.La pareja la mantuvo amenazada un rato más, mientras le revisaban el bolso. La denunciante pudo ver que Luna también manipulaba un arma de fuego. Luego de robarle varias prendas, celulares y dinero en efectivo, la dejaron ir con la condición de que prosiguiera su viaje sin regresar a Salta. La mujer volvió a la ruta, hizo señas y un camionero se detuvo. Al llegar al primer peaje dio aviso al personal de Gendarmería. Estos, a su vez, comunicaron lo sucedido a la policía, que poco después detuvo a padre e hija en la estación de servicio.

Fuente: Parte de Prensa Poder Judicial