En el medio de la tensión entre gobernadores y el gobierno nacional por los recortes de fondos, Sergio Camacho, ministro de Infraestructura de Salta, en CNN Salta 94.7, aseguró que el presidente Javier Milei vive del conflicto y apunta a la división profunda de los argentinos para disimular una absoluta falta de eficiencia y empatía.
“Cuando no saben qué van a hacer, cuando no dicen qué van a hacer, ahí es donde se complica”
En ese punto, fue tajante y sostuvo que “vamos a un punto sin retorno” en la relación entre gobierno y nación. “Cuando cada vez que alguien propone, como el caso de Gustavo Sáenz, un acuerdo de gobernabilidad, un acuerdo de entendimiento, terminamos mucho más lejos de lo que habíamos empezado, porque, bueno, son las características del presidente”, se quejó.
En el mismo sentido, lamentó la falta de definiciones y claridad en las acciones del gobierno. “Empezaron diciendo, aquella obra pública que está iniciada continúa, y ahora ya están hablando que esa obra pública tiene que estar en un porcentaje de avance del 85%”, indicó.
Con respecto a este ítem, el funcionario detalló que para el Presidente “la obra pública no es una inversión, no es una acción que lleve desarrollo o que iguale oportunidades, sino que en todo caso es un gastadero de dinero”.
“Nosotros sabemos cuál es el pensamiento del presidente Milei, sabemos que no va a hacer más nada de obra pública”.
En ese marco, señaló que el objetivo inmediato que les solicitó el gobernador Gustavo Sáenz es que no quede ningún “elefante blanco” (obra inconclusa) en la provincia. "En este momento hay 2100 viviendas en ejecución. Vamos a terminar con todas las obras salvo con las rutas, que son carísimas y que iremos viendo de seguir gestionándolas".
“El objetivo es reinventar el modelo, el Estado Nacional no va a aportar ningún tipo de recursos para la construcción de vivienda”, concluyó.