Caso Jimena Salas: se conformó el tribunal que juzgará al viudo y a Vargas
Justicia17/02/2021InformateSaltaA poco más de tres meses del juicio que, seguramente quedará marcado en la agenda judicial del 2021, ya se conocieron los nombres de los tres jueces que tendrá a su cargo decidir si efectivamente Nicolás Cajal, viudo de Jimena Salas, tuvo algo que ver con el crimen de su mujer.
El tribunal también deberá definir sobre la suerte de Horacio Vargas, el único detenido e imputado como partícipe secundario del crimen, quien, apropósito, en los últimos días llevó adelante una huelga de hambre en reclamo de que el debate comience antes de junio.
Como se sabe, Jimena Salas fue asesinada el 27 de enero de 2017 en el interior de su casa en la localidad de Vaqueros, al parecer, por dos sujetos que se presentaron con un perro extraviado, excusa que utilizaron para poder vencer las medidas de seguridad de la mujer.
Una vez dentro de la propiedad, los asesinos irrumpieron dentro de la vivienda y dieron muerte a Jimena, a quien le asestaron más de 40 cuchilladas, tras lo cual se dieron a la fuga, sin llegar a robar nada de la vivienda. Minutos más tarde, Cajal, su esposo, llegó a casa y la encontró en un charco de sangre.
Dos años más tarde, la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, a cargo de los fiscales Gustavo Torres Rubelt y Ana Inés Salinas Odorisio, imputaron a Vargas, quien fue detenido el 10 de junio de 2019, por participar del asesinato, sin embargo, luego se retractaron y sólo lo acusaron de ser “campana” de los verdaderos homicidas.
El viudo
Unos días más tarde, el 27 de junio de ese mismo año, los fiscales citaron a Cajal y lo acusaron formalmente de ser encubridor del asesinato, imputación que no le alcanzó para pedir la detención del viudo, tanto porque el delito es excarcelable como por la debilidad probatoria reunida por la fiscalía.
Nueve meses después, el 12 de marzo 2020, los fiscales pidieron a la jueza de Garantías 5, María Edith Rodríguez que Cajal y Vargas vayan a juicio. Antes de ello, la magistrada resolvió algunos planteos de las defensas y finalmente el 14 de octubre, de ese año, la causa fue girada al Tribunal de Juicio.
El caso recayó entonces en manos de la Sala VII, a cargo de Mascarello, quien en enero pasado confirmó que el debate se realizará en junio de este año, aunque el tribunal no se confirmó debido a que la jueza Marocco, de la misma sala, presentó una excusación debido a que mantuvo una relación de amistad estrecha con la víctima.
A ello, se sumó el hecho de que, hasta el tercer vocal de la sala, Federico Diez, venía golpeado de atravesar un largo período de litigios por una denuncia de violencia de género en su contra, la que incluso obligó a su suspensión en el cargo.
Reemplazo
Frente a ello, Mascarello, ya designado para presidir el debate, debía resolver el reemplazo de Marocco y verificar si Diez, repuesto en su cargo hace unos meses, estaba dispuesto a ser parte del tribunal en un juicio, donde la exposición pública será el común denominador.
Hace unos días, según pudo conocer este medio, Diez decidió tomar el guante y confirmó su presencia en el tribunal, en tanto, que en remplazo de Marocco, fue designado el juez Armiñana Dohorma, integrante de la Sala I del Tribunal de Juicio.
La fiscalía, en tanto, mantiene hasta el momento un trío de fiscales para llevar adelante la acusación, entre los cuales se encuentran Torres Rubel, Salinas Odorisio y Ramiro Ramos Ossorio. Por Cajal, en tanto, se confirmó la defensa del abogado Pedro Arancibia, mientras que Vargas estará representado por los abogados Luciano Romano y el experimentado Marcelo Arancibia.
Huelga
Vargas, el único que sufre la privación de la libertad por este caso, decidió la semana pasada iniciar una huelga de hambre en la Alcaidía Judicial, por lo que fue transferido a otro sector de esa unidad carcelaria, donde su medida no llegó a la semana, dado que surgieron serios inconvenientes de salud.
Silvia Verónica Vargas, hermana del acusado, confirmó a este medio la protesta iniciada por su hermano, quien con esta huelga quería exigir que el juicio se realice lo más rápido posible, pues ya no soporta la situación de encierro, los problemas de salud que le sobrevinieron y la grave afectación de sus vínculos familiares, tanto con sus hijos como con su madre.
Al cuarto día de iniciada la huelga, sin embargo, Vargas comenzó a padecer grave dolencias por la falta de alimentos, razón por la cual fue examinado y se le recomendó que abandone tal medida, a lo que finalmente el acusado accedió, no obstante, volvió a reiterar su inocencia y solicitó celeridad en la realización del juicio.