En una nueva jornada del juicio seguido contra el ex obispo de Orán, Gustavo Oscar Zanchetta, acusado como autor del delito de abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido en perjuicio de dos ex seminaristas, será el turno de los alegatos.
El ex sacerdote está siendo juzgado desde el lunes de 21 febrero, ocasión en la que tomó la palabra para negar las acusaciones en su contra. Dijo haber tenido una buena relación y sana con todos los seminaristas, explicó su rol como obispo de la diócesis y manifestó que detrás de la denuncia de los dos seminaristas hay otra connotación. En la misma jornada, uno de los denunciantes aseguró que recibió propuestas amorosas por parte del ex obispo, quien además le pidió que le hiciera masajes.
Durante el segundo día del juicio, un ex seminarista que ofició en varias oportunidades como chofer de Zanchetta, aseguró que tenía trato diferencial con algunos seminaristas y a otros directamente los ignoraba. Y uno de los testigos aseguró que vio el celular del acusado y encontró fotos de contenido pornográfico donde aparecía junto a otros jóvenes.
Con el correr de los días, los testimonios de los diferentes testigos fueron complicando cada vez más la situación del ex sacerdote. Se habló de abrazos por la espalda, asados y consumo de bebidas alcohólicas y regalos a quienes Zanchetta consideraba sus favoritos.
En ese marco del proceso que se está desarrollando en la Sala II del Tribunal de Orán, familiares de las víctimas se congregaron con carteles y afiches afuera de este lugar, para manifestar la necesidad que se haga justicia y que los jueces dicten una condena acorde a las expectativas de la sociedad. “Creemos en este tribunal, esperamos por lo menos 10 años y que no sea una prisión domiciliaria”, dijeron.
El tribunal está integrado por los jueces de la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán, María Laura Toledo Zamora, Raúl Fernando López, y Héctor Fabián Fayos. En el juicio interviene la Unidad Fiscal creada específicamente para este caso, conformada por Pablo Rivero y Soledad Filtrin Cuezzo. La defensa está a cargo del defensor oficial Enzo Giannotti.