Un hombre de 32 años fue condenado en juicio abreviado a tres años de prisión condicional por delitos contra la integridad sexual de su cuñada, menor de edad. El imputado la sometió a tocamientos en diversas oportunidades, a lo largo de varios años.
La jueza Carolina Sanguedolce, vocal de la Sala III del Tribunal de Juicio, lo encontró culpable de los delitos de rapto, abuso sexual simple, abuso sexual simple agravado por la convivencia preexistente con una menor de edad continuado, abuso sexual simple agravado por la situación de convivencia con una menor de dieciocho años y abuso sexual simple, todo en concurso real.
Los hechos juzgados abarcan distintos episodios. El primero ocurrió el 20 de agosto de 2018, en la casa del padre del acusado, ubicada en San Lorenzo. En esa ocasión, el agresor retuvo a la menor contra su voluntad, llevándola a una habitación donde la arrojó sobre una cama y la sometió a tocamientos en sus zonas íntimas. La víctima se resistió y logró impedir que la pareja de su hermana le quitara el pantalón.
Posteriormente, cuando la menor tenía 12 años, el hombre cometió tocamientos impúdicos en su contra en un domicilio ubicado en el barrio Las Tunas, Cerrillos, donde convivían. Esto ocurrió en diferentes ocasiones.
En otro episodio, en el mismo domicilio, el sujeto aprovechó la ausencia de la madre y la hermana mayor de la víctima y mandó a la hermana menor a comprar helado. Cuando se quedó solo con la damnificada la llevó a una habitación y volvió a someterla a tocamientos impúdicos.
Finalmente, hace aproximadamente dos años, cuando la víctima tenía 17, en el domicilio del acusado en barrio Arturo Illia, el sujeto volvió a atentar contra la integridad sexual de la menor. La agresión cesó cuando un conocido golpeó la puerta al escuchar el pedido de auxilio de la adolescente.
Además de la pena de prisión condicional, la jueza le impuso al condenado varias reglas de conducta por tres años. Entre ellas, someterse a tratamiento psicológico si se considera necesario tras una evaluación profesional, y prohibición de acercamiento y de contacto con la víctima por cualquier medio.
En la sentencia también se ordenó la realización de un examen psicofísico al condenado, y la toma de muestras fotográficas y genéticas para su inscripción en el Banco de Datos correspondiente.
El juicio abreviado se llevó a cabo en el marco de una audiencia flexible y multipropósito del Plan Piloto de Oralidad.