



La Fiscalía de Distrito, junto con la auxiliar fiscal Roxana Gual y la Policía de Seguridad Aeroportuaria, desarticuló una red que captaba a menores en torno a un colegio secundario para ofrecerlas en servicios sexuales. Entre los implicados se encontraba un remisero que desempeñaba un papel central en la captación y organización de los encuentros, que eran remunerados con sumas de dinero que oscilaban entre 60 y 200 mil pesos.
Según informaron los fiscales, los encuentros se realizaban en moteles cercanos y, en algunos casos, en domicilios particulares, donde también se consumían estupefacientes. El modus operandi incluía un sistema de registro y seguimiento de las menores a través de mensajes, y la participación de un amigo de las víctimas que ayudaba a identificar a las jóvenes, a cambio de dinero, publicó ElTribuno.
La investigación evidenció que los encuentros eran planificados meticulosamente, con tiempos específicos de 18 minutos y registros que facilitaban la oferta de los servicios. La causa continúa en investigación para determinar la responsabilidad de todos los involucrados y garantizar la protección de las víctimas.






























