



La fiscal penal 3, subrogante de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Celina Morales Torino, solicitó elevar a juicio una causa contra un remisero de 48 años acusado de abusar sexualmente de al menos nueve mujeres.
Según la investigación, el hombre seguía siempre un mismo patrón: trasladaba a las pasajeras en horas de la madrugada, las convencía de sentarse en el asiento delantero con el pretexto de que “el sensor del taxímetro no funcionaba” y aprovechaba la cercanía para cometer los abusos. En varios casos desviaba la ruta, trababa los seguros y utilizaba amenazas para evitar denuncias.
Entre los delitos imputados figuran abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual simple, lesiones leves, coacción y rapto, en concurso real. Las víctimas relataron angustia, miedo y secuelas psicológicas, e incluso se denunció la pérdida de un embarazo a raíz del trauma.
El caso tomó fuerza cuando las damnificadas se reconocieron entre sí a través de redes sociales, donde coincidieron en la descripción física y el modus operandi del acusado, lo que permitió establecer la conducta sistemática y reiterada.






























